Hoy, viernes 17 de octubre, reiteramos que no queremos ese proyecto -innecesario- en nuestro territorio. Entendemos el nefasto impacto ambiental que este generará; también sabemos que va a generar un beneficio, sí, pero no a nosotros, a un pequeño grupo económico que rebosará de dinero sus bolsillos a costa de la destrucción de nuestra naturaleza y sus paisajes.
En la Aullatón participaron no sólo habitantes del Quindío, igualmente asistieron comunidades de Risaralda, quienes hicieron entrega simbólica de los restos de cerámicas prehispánicas encontradas en donde piensan construir la torre número 64. Sí, hallazgos arqueológicos, y no sólo jarrones, también tumbas y terracetas, sitios en donde, para ahorrar costos, pretenden usar como bases de sus torres; erradicando de esta forma nuestra memoria histórica. Esta región NO es un baldío de la Nación, somos Paisaje Cultural Cafetero, Patrimonio de la Humanidad, hombres y mujeres con dignidad de seres humanos, ciudadanos y ciudadanas de Colombia con derecho a ejercer soberanía sobre nuestra tierra. Existimos en nuestro territorio. ¡No a las torres de alta tensión!
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